• 5 diciembre, 2025 11:12

La Argentina da pasos firmes en la creación y uso de tecnologías nucleares portátiles

En línea con el plan de energía nuclear del gobierno nacional, Argentina ha avanzado en la creación de un reactor cuya capacidad y tamaño facilita su uso en diferentes contextos. Su confección ha estado a cargo del ingeniero Santiago Badrán en Empresa Nuclearis. Y promete ser un generador de energía seguro y confiable con bajo impacto ambiental.

El microrreactor N1 es un pequeño reactor de tipo PWR, esto es, un reactor de agua a presión. Tiene una capacidad térmica de 42 megavatios y una capacidad eléctrica de 17 megavatios. Es capaz de suministrar energía a poblaciones de 50.000 habitantes por 20 años. Por su pequeño tamaño, su instalación ocupa menos de 450 metros cuadrados, lo que hace que pueda utilizarse en comunidades aisladas o en espacios relativamente pequeños.

Posee un ciclo útil de 20 a 30 años, tiempo en el cual puede funcionar sin el combustible nuclear, porque opera de manera autónoma. Sin embargo, al finalizar su ciclo útil, el combustible empleado permanece en un silo de almacenamiento seco vertical, para brindar estabilidad y seguridad sin necesidad de darle mantenimiento continuo a fin de evitar exponerse al material nuclear.

El microrreactor N1 fue creado para abastecer de energía a comunidades periféricas, industrias mineras y proyectos de infraestructura en zonas donde resulta difícil abastecerse de energía eléctrica.

Puede aumentar su capacidad de generación de energía gracias a que su diseño permite añadir más reactores a la estructura general. Su funcionamiento se enmarca en el consumo de energía limpia, por lo que ayuda a reducir la emisiones de carbono.

Con la construcción de este prototipo, Argentina da pasos firmes en la creación y uso de tecnologías nucleares avanzadas. Como ha declarado el ingeniero Badrán, el país comienza a perfilarse como un referente en el sector al aportar una solución a los cambios energéticos que están imponiendo el cambio climático y el calentamiento global.

El microreactor N1 está impulsando al país hacia la transición energética con el potencial de la energía nuclear modular como alternativa sostenible. Una tecnología que es segura, eficiente y accesible si se emplea en el camino correcto, a propósito de las inquietudes que hay por la vinculación de la energía nuclear con las bombas nucleares.

El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró que Rusia inauguró en 2020 la primera central nuclear que funciona con dos SMR. Debido a su diseño, el reactor N1 se inscribe en la fabricación de los SMR: reactores de menor tamaño pero con mayor flexibilidad y movilidad.

El N1 forma parte de los varios proyectos que se desarrollan en Argentina, pero también en otras partes del mundo como Canadá, China, Corea del Sur y Estados Unidos, donde aguardan a que se apruebe su licencia.

De acuerdo a datos oficiales, en julio de este año el 9% de la energía consumida en Argentina era nuclear. Grossi ha señalado que la energía nuclear «es una herramienta que la Argentina ha utilizado en los últimos 70 años con marcado éxito».

El presidente Javier Milei en la presentación de su plan nuclear aseguró que «la energía nuclear es la única fuente lo suficientemente eficiente, abundante y rápidamente escalable para hacerle frente al desarrollo de nuestra civilización». En este plan ya estaba previsto la construcción de un reactor modular pequeño, en el predio de la central nuclear Atucha.

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