El diputado nacional por el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) Nicolás del Caño le contestó al vocero presidencial, Manuel Adorni, quien lo calificó a él y a los miembros de su partido como “un cúmulo infinito de subnormalidad”.
Las declaraciones por redes sociales, se diaron después que el bloque del FIT, conformado por Del Caño y Christian Castillo (Partido de los Trabajadores Socialistas) y Mónica Schlotthauer (Izquierda Socialista) se presentaran en la apertura de sesiones ordinarias, con carteles que acusaban al presidente Javier Milei de “estafador, hambreador y represor”, los dejaran sobre sus bancas y se retiraran, previo a que iniciara el discurso.
Castillo se sumó a los dichos de su compañero de bloque, y remarcó que dejaron esos mensajes “con la opinión de gran parte del pueblo trabajador” y compartió la decisión de abandonar el recinto.
“Mientras los estafadores se aplauden a sí mismos, las cacerolas suenan en todos lados. Periodistas parlamentarios denunciaron además agresiones y que no los dejaban bajar del palco para hacer su trabajo. Todo nuestro repudio”, exprsaó Castillo quien también se solidarizó con el diputado Facundo Manes por las agresiones y amenazas recibidas.
Por su parte Schlotthauer señaló que los carteles que llevaron hablaban “por una gran parte del pueblo argentino” que repudia a “un gobierno estafador” y a un presidente que es una “marioneta de Donald Trump»: “Fue la primera apertura de sesiones ordinarias donde hubo más caballos que personas”, agregó.
Además, y al igual que sus compañeros del FIT, repudió “las agresiones físicas y amenazas” recibidas por Manes de parte de los «capu-chorros» (haciendo clara alusión al asesor presidencial Santiago Caputo).
“¿Hasta cuándo van a naturalizar la violencia institucional? Gasean y apalean a los jubilados todos los miércoles. Hay presos «sin causa» en Esquel, Victoria. En Mendoza, compañeros ambientalistas. 23 días de Nahuel Heredia, brigadista en Bariloche. En Chubut, allanan familias mapuches con encapuchados y armas largas, y una radio comunitaria. Inyectan odio en los discursos”, finalizó.