Hasta 80 personas murieron y más de 40 permanecían desaparecidas este domingo en el estado de Texas, Estados Unidos, después de las fuertes lluvias que provocaron grandes riadas, confirmaron las autoridades.
El presidente Donald Trump declaró el domingo que planea visitar Texas el próximo viernes, horas después de rubricar una declaración de gran desastre, desbloqueando recursos federales mientras continúan los trabajos de búsqueda y rescate.


El condado de Kerr, el más afectado entre los 20 afectados de la región, contabiliza al menos 68 de las muertes, incluidas las de 21 niños, informó este domingo su sheriff, Larry Leitha. Otros cuatro condados han reportado un total de 12 muertes más.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró en una conferencia de prensa este domingo por la tarde que al menos 41 personas siguen desaparecidas a lo largo del área afectada.
Además, destacó que se esperan fuertes lluvias adicionales en los próximos días, manteniendo el riesgo en algunas zonas del estado por nuevas inundaciones.
Este domingo Trump rechazó las críticas sobre los recortes presupuestarios de su Administración a los servicios meteorológicos de la nación, informó la agencia de noticias Xinhua.
«Solo diría que esta es una catástrofe no vista en 100 años y es tan horrible de ver», mencionó Trump ante los periodistas mientras abandonaba su club de golf en Nueva Jersey después del fin de semana. «Esta cosa pasó en segundos. Nadie lo esperaba, nadie lo vio», intentó argumentar.
Consultado sobre si el Gobierno federal necesita contratar otra vez a los meteorólogos que fueron desvinculados durante los anteriores recortes presupuestarios, el mandatario sugirió que no era necesario.
