Durante la madrugada del lunes falleció el dirigente Gustavo Pata Álvarez, a la edad de 54 años.
Escribe: Víctor Gigena | Especial para La Palabra
Nacido el 1° de enero de 1971, Pata se presentaba como “peronista, con ideas renovadoras, dispuesto al diálogo y el consenso. Camino con mi Biblia: la doctrina justicialista”. Pasó por distintos momentos, y algunos, a estas horas, recuerdan algunos de sus desaciertos.
En mi caso, prefiero recordar que tuvo mucha intervención durante la puesta en marcha del municipio de Ezeiza, durante las primeras administraciones de Alejandro Granados, y que era un independiente que interactuaba con todos los sectores, tendiendo puentes para encontrar soluciones. Fue un amigo personal y sé de su capacidad, la sensibilidad y su bondad.
Creador de la Fundación Usá el Mate, en los últimos años se dedicó a la lucha contra las adicciones y contra el tráfico de drogas, y públicamente decía: “De chico estuve en la calle y vi de cerca todo los peligros. Perdí amigos. Me atacaron. Vi que la droga está en todos lados y sólo destruye. Esto no se soluciona con grandes anuncios, sino poniendo el cuerpo día a día. Hablando de frente. Previniendo.
Estamos cansados de que la política hable siempre desde afuera, desde el desconocimiento, por no querer involucrarse”. Otra de sus pasiones más recientes era difundir e impulsar la economía verde, que mezclaba el crecimiento con la inclusión y el cuidado del ambiente. Siempre buscó espacios para que la política no fuera una cáscara vacía y que sirviera para cambiarle la vida a la gente. Quienes tuvimos la ocasión de conocerlo nunca lo vamos a olvidar.
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