Según los datos que surgen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), casi 112 mil se quedaron sin su fuente de ingresos trabajaban en el sector privado, mientras que otras 25 mil estaban registradas en el Estado como consecuencia de la recesión y las políticas implementadas por el Gobierno de Milei.
Entre noviembre de 2023 y abril de 2024, más de 137.000 asalariados formales se quedaron sin empleo como consecuencia de la recesión y las políticas implementadas por el Gobierno de Javier Milei. Además los salarios reales no logran recuperar la pérdida por la devaluación de fin del año pasado, pese a leve mejora en abril.
De acuerdo a los datos que surgen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), casi 112.000 de esas personas que se quedaron sin su fuente de ingresos trabajaban en el sector privado, mientras que otras 25.000 estaban registradas en el Estado.
Además se verificaron caídas en el empleo de trabajadoras de casas particulares y trabajadores independientes con monotributo social. Por el contrario, solo se vieron incrementos en los segmentos de monotributistas y autónomos.
En cuanto al registro de abril, se verificaron casi 13.000 puestos de trabajo menos entre los asalariados del sector privado, y 3.200 empleos menos en el sector público.
Salarios reales en sector privado acumulan caída de 5% desde noviembre
Las estadísticas del SIPA precisaron que los salarios reales de los asalariados formales del sector privado mejoraron 5,2% en abril. Aun así, desde noviembre acumulan una contracción del 4,7%.
Vale aclarar además que este segmento de trabajadores es el más estable de la economía en este contexto. Los sueldos de los empleados públicos y de los trabajadores informales (para los cuales el SIPA no da información) atraviesan una peor situación.
Por otra parte, la Secretaría de Trabajo dio a conocer la evolución que tuvo en mayo la Remnueración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE). La misma dio un incremento nominal del 7,3%, superior al 4,2% de inflación que hubo en dicho mes.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que actualmente este no es el mejor indicador para evaluar la dinámica de los ingresos de la población ya que no se basa en datos concretos de salarios sino en los aportes realizados para el sistema previsional.
«Dado que en mayo el incremento de la base imponible máxima fue de 11%, es de presumir que buena parte del incremento nominal del RIPTE esté explicado por el aumento del tope, y no por un incremento de los salarios en su conjunto», informaron desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).