Sólo se utilizó el 56,8% de las máquinas industriales disponibles. Es el peor quinto mes desde la pandemia, cuando se encontraba todo cerrado.
En mayo, la industria manufacturera utillizó apenas el 56,8% de su capacidad instalada. De esta manera se trató del peor quinto mes del año desde 2020, cuando la economía sufrió números extremadamente bajos, debido a la pandemia de Covid-19.
En comparación con mayo de 2023 se verificó una reducción de 11 puntos porcentuales. Además la cifra fue muy similar al 56,6% que se había verificado en abril de este año.
A nivel sectorial, la mayor contracción interanual la sufrió la producción de minerales no metálicos, que usó apenas el 47,2% de su capacidad instalada, cuando el año pasado había usado el 72,7% (-25,5 puntos). La causa de este desplome fue la paralización que sufrió la actividad de la construcción desde la llegada de Javier Milei a la presidencia a raíz del recorte de la obra pública.
Otras bajas importantes se dieron en la industria automotriz y en el sector textil. En el primer caso, la utilización de capacidad instalada cayó del 62,4% al 45,5%, mientras que en el segundo caso la baja fue desde el 58,6% al 41,4%, siendo así el rubro que más capacidad ociosa tuvo.
Además destacó una variación negativa de 20,4 puntos porcentuales en industrias metálicas básicas, que tiene a la siderurgia como su principal componente. Pese al deterioro, el uso de capacidad superó al promedio, al arrojar un 61,3%. En el otro extremo, solo la refinación de petróleo logró mejorar la marca de 2023.