Se registró tensión entre Argentina y Chile debido a una supuesta violación del espacio aéreo chileno atribuida a un avión argentino.
Las alarmas políticas y militares comenzaron a sonar cuando por la red X la ministra de Defensa chilena Maya Fernández confirmó la activación de los protocolos de defensa aérea, indicando que se trató de una alerta ante un tráfico aéreo no identificado en la zona oriental del Estrecho de Magallanes, cerca de las 19 del martes 27 de agosto.
La Fuerza Aérea de Chile (FACh) desplegó cazas de combate F-5 Tiger desde la base aérea de Chabunco en Punta Arenas, respondiendo a la incursión.
La situación del supuesto vuelo no identificado se dió en medio de la recepción de bienvenida a jefes militares de América del Sur y Estados Unidos que se llevaba a cabo en el hotel Marriott en Santiago, Chile a propósito de la cumbre Southdec 24. La Conferencia Sudamericana de Defensa 24 (Southdec, su sigla en inglés) organizada y auspiciada por el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos se realiza cada año desde 2009, esta vez el anfitrión es el Estado Mayor Conjunto chileno a cargo del vicealmirante Pablo Niemman.
En el ágape se encontraban los titulares de estado mayor conjunto de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay, además de jefes de países observadores Canadá, España, Francia, Reino Unido, Portugal y analistas del Centro William J. Perry.
La data llegó a oídos del brigadier general Xavier Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto por canales discretos. Y las repercusiones comenzaron a ambos lados de la cordillera tras un mensaje en X de la ministra de Defensa chilena Maya Fernández.