Sin embargo, el sector fabril continúa una caída del 14,6% en el año, por su parte la construcción el 30,9%.
La actividad industrial mostró durante julio una baja del 5,4% en relación a igual mes del año pasado, pero una suba del 6,9% en comparación a junio, así informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)
Algo similar sucedió con la construcción, donde la actividad presentó durante julio un retroceso del 20.4% internual, pero un alza del 8% en comparación a junio.
En los siete primeros meses del año el sector fabril acumuló un retroceso del 14,6% y el sector de la construcción del 30,9%, señaló el organismo.
No obstante, las perspectivas para agosto muestran resultados diferentes. Mientras que la producción de cemento mostró una caída interanual del 26,3% y del 2,6% en relación a julio, en el sector automotriz el retroceso con respecto a agosto el 2023 fue del 18,6% pero con una mejora del 16,2 % intermensual.
El lunes de la semana pasada, en el marco de la celebración por el Día de la Industria, Javier Milei criticó las políticas para ese sector implementadas en Argentina a lo largo de las últimas décadas.
“Para proteger a la industria se le robó al campo. Y esa protección lo único que generó es un sector industrial adicto al Estado”, expresó Milei ante los empresarios reunidos en la Unión Industrial Argentina (UIA).
“Ningún país quebró por abrirse al comercio internacional. Todo lo que lo hicieron progresaron, de hecho. ¿A quién se le puede ocurrir semejante disparate? Y lo único que es pernicioso para el desarrollo industrial es tener un Estado elefantiásico montado a sus espaldas”, añadió Milei, defendiendo la apertura económica impulsada por su gestión.
Un día más tarde, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, salió al cruce de las declaraciones del mandatario al asegurar que el sector «es víctima y no victimario» y que: «No tenemos miedo que se abra la economía pero primero equilibren el terreno» en el terreno fiscal, laboral y de acceso a los capitales.