El Gobierno impuso en Diputados su reforma electoral. La Cámara de Diputados convirtió en ley la Boleta Única de Papel (143 votos a favor, 87 en contra y 5 abstenciones), de este modo se modificará sustancialmente la forma de votar en las elecciones del año próximo.
El oficialismo, junto a sus aliados, logró aprobar el modelo de boleta que se utiliza en la actualidad en la provincia de Mendoza.
El único desacuerdo que persistía entre los bloques que adhieren a la reforma electoral era la posibilidad del voto de lista completa en un único casillero, iniciativa que sería retomada en el futuro por la UCR. Gobernadores de provincias cercanas a Casa Rosada y referenciadas con la bancada legislativa de Innovación Federal presionaron para que esta modalidad -que no los beneficia dado que representan a partidos provinciales y no llevan candidato presidencial- no avance en el recinto y pudieron aplicar su voluntad.
El arco oficialista y los espacios considerados dialoguistas acompañan la iniciativa sancionada en el Senado. Desde La Libertad Avanza, que no es autor del proyecto de Boleta Única de Papel, argumentaron que este sistema abarataría costos, podría impulsar mayor transparencia y hasta algunos de sus miembros sostuvieron que terminaría con un esquema electoral fraudulento que en Argentina no tiene antecedentes concretos históricos a nivel nacional, lo que representó el principal argumento de Unión por la Patria -que no acompaña la reforma-. Sí dejaría de practicarse, por falta de utilidad, el robo de boletas.
Cómo se emitirá el voto en 2025, con el nuevo sistema de Boleta Única de Papel (BUP)
En la Boleta Única de Papel se despliegan todos los candidatos que compiten para un mismo cargo, por lo que el elector expresa su voto marcando casilleros por los partidos o frentes electorales por cada categoría (presidente, gobernador, diputado, intendente, concejal, etc).
Se pueden ver fotos de los titulares de la lista junto al logo y nombre del espacio por el que compite, mientras que los candidatos suplentes solo figuran con sus nombres. De este modo, los votos a distintas listas ya no se armarían cortando boleta sino marcando con lápiz o lapicera las distintas alternativas.
Además la impresión y distribución de las boletas dejará de estar en manos de las agrupaciones políticas y pasará a ser responsabilidad del Poder Ejecutivo. “Se deberá imprimir la Boleta Única en una cantidad igual al número de electores correspondientes al padrón electoral, más un cinco por ciento (5%) adicional para reposición en caso de contingencias”, propone el proyecto, que estipula un proceso previo de divulgación explicativa -tanto para electores como para autoridades de mesa- de la modalidad de votación.