Menem evitó que el tema copara la agenda y aprovechó el apoyo de una buena parte de la oposición dialoguista. Se logró con el apoyo de la UCR y de Miguel Pichetto.
Martín Menem logró al principio de la sesión evitar que se tratara un repudio a los diputados de La Libertad Avanza que el pasado 9 de julio fueron al penal de Ezeiza a mantener una reunión con los represores condenados por delitos de lesa humanidad.
La votación terminó con 113 votos negativos, 112 afirmativos y cuatro abstenciones. Fue clave el apoyo de la mayoría del radicalismo, del bloque de Miguel Pichetto y los gobernadores.
Al comienzo de la sesión se puso en consideración una moción que solicitó el diputado del Frente de Izquierda Nicolás Del Caño para que este tema se tratara al principio de la sesión y no al final. La Libertad Avanza se opuso en su mayoría, salvo la santafesina Rocío Bonacci, que fue unas de las que fue a visitar a los represores, que votó a favor del repudio.
El PRO también rechazó la propuesta y buena parte del radicalismo, que si bien tuvo algunas ausencias en esa votación, la mayoría votó para no condenar a los diputados que visitaron a los genocidas.
El principal argumento que dieron es que «se trata de una definición testimonial» y que mañana se abordará el tema en la comisión de Poderes, Peticiones y Reglamento, que está convocada para esto. Solo tres radicales votaron para tratar este tema: Pablo Juliano, Marcela Coli y Mariela Coletta.
Por el peronismo una de las que defendió su posición fue Gisela Marziotta. “Somos representantes de un proyecto que tiene 30 mil compañeros detenidos-desaparecidos», apuntó.
Además señaló que acompañarán el repudio «porque representamos a las Madres de Plaza de Mayo, a las Abuelas de Plaza de Mayo, a los hijos que recuperaron su identidad y a los que no recuperaron la identidad”.